Pero profundizando más en esta profesión, que se basa en perseguir al deudor para que cumpla con su pago haciéndolo sentir incómodo y ejerciendo presión, el cobrador del frac tiene su origen, por increíble que parezca, en Miguel de Cervantes, autor de la célebre obra de la literatura española El Quijote. Cervantes se dedicaba a cobrar los aportes de provisiones que se hacían al ejército, siendo excomulgado varias veces por no cumplir con sus obligaciones.
Es por este motivo por el que se tiene constancia de él como el primer cobrador del frac y antecesor de esta profesión.